Hasta luego

Resulta que en cuanto pensé que lo mejor era irme lejos, dejar todo y salir corriendo, sonó el teléfono desde el más allá [En realidad no sonó porque estaba en vibrador]
Y palabras más palabras menos, se pronunció un simple y chiquito, casi ínfimo:
¿Querés venir ahora?
Y la verdad me encantaría, pero sabés que pasa, que tengo un final de filosofía, yo hasta ahora leí muy poco, y sinceramente, sé que te insistí a tal punto que vos, en este momento, me estás diciendo esto, pero no te sentís realmente convencido.
Y quiero que me inviten con ganas, que se rían conmigo por sobre con cualquiera, ese tipo de relaciones especiales de las que uno se enamora en serio, me entendés?
Capaz no soy muy clara.
Es muy probable.
El otro día escuché de un tipo que se refería con respecto a su mujer como el amor de su alma, aunque te parezca un pelotudez, algo así querría poder tener.
Y seguramente me doy cuenta de pocas cosas, pero sé que con vos no voy a poder llegar a eso, porque de parte tuya no falta solo entusiasmo hacia mi, falta admiración.
Y la verdad yo no te puedo ayudar con eso, porque la admiración no se puede transfundir.
Soy esto, y nada más, una muchachita con ganas de que la quieran bien. Ni más ni menos. Sé que no es poca cosa, pero vos sabés que ya me quisieron mal... Así que preferiría algo mejor.

Decidí retirarme, vamos a ver hasta cuando, porque sinceramente...
La filosofía es algo que me está superando, pero la vida misma es más complicada, porque a las relaciones nunca las entiendo, y las mías son poco aceptables.
Así que me quedo de un costado esperando, de mientras iré adquiriendo experiencias, así cuando llega él, que ni idea quien es, estaré más preparada que ayer.

De mientras voy creciendo...