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24.3.08

algo

Ayer de la nada me puse a extrañar la presencia paterna, entonces me puse a buscar alguna cosa bella entre mis recuerdos...
Y recordé esto que es viejísimo:
Cuando era chica, no recuerdo mi edad, estaba mirando el noticiero con mi viejo, y la información era acerca de una marcha de crotos, entonces le pregunté a él de qué se trataba, y me explicó.
Lo miré y le dije: ah está bueno, a mi me gustaría... (sinceramente la idea me había seducido)
No me dijo nada, me sonrió, pero la verdad yo creo que mi discurso no le habrá parecido muy alentador.
Y era mi viejo, no me criticó, ni se puso mal, ni nada, solo sonrío.

Y caigo en la cuenta los X que hicieron y dijeron mal. Y aunque ese sea mi destino no tengo ganas de ir por eso.

Y me imagino que terminaré como la mujer que perdió el momento, o no llegó a tiempo, y tiene la casa con su perro. Igual podría conciliar con eso, y viviría en paz. Pero el perro que sea un setter.

Y después, al ver gente viviendo al lado de la mierda, digo myris, la verdad esto es una terrible pelotudes. Pero una cosa no anula la otra. Y ahí no existe negociación.
Después logro dormir.

24.2.08

Me sale así

A veces, quizás por una cuestión de necesidad, entro en un especie de estado seudo-psicótico.
Un total rechazo a mi realidad impera mi vida a veces, algunos días. No la acepto.
Odio la soledad, lo confieso, es la verdad, por lo menos la mía. Y ahí cometo la caída, pido que me lleven de la mano. El rechazo no tarda en llegar, entonces mi realidad me pega la cachetada, diciéndome a los gritos que no es el momento, que el camino solo habilita lugar para un sola persona.
Y esa persona sola, vendría a ser yo.
Entonces surge la necesidad de rebobinar en el tiempo y pido disculpas por cosas que hice, por cosas que dije. A veces son aceptadas. Otras veces no.
Se que nadie puede entenderme esto, porque todo esto se encuentra tan solo en mi cabeza.
Soy consciente que mi inconsciente me maneja como rey supremo.
Me muestra distorsionada, así puedo tener el poder de alejar a las personas y no correr el riesgo de volver a sufrir y terminar muriéndome de nuevo, como aquellas otras veces.
Y en otras oportunidades me desnuda en el momento preciso ante la persona exacta, mis defensas caen y ahí me encuentro compartiendo mi cuerpo y mi alma.
Las llagas aparecen de nuevo... ¿ Y ahora?
Ahora es tiempo de relamer heridas.
Tantas veces dije que por esto no pasaría nunca más. Pero es necesario volver a intentar, dejar de poner excusas baratas de feria americana, esas que hablan de mochilas pesadas, dolores pasados, amores perdidos, desilusiones, proclamación de mala electora, sentimientos conformistas de sola renegada por decisión propia...Porque esto sería más fácil, pero esto sería etiquetarme de cagona.
Sé que todo pasa. Nada es para siempre. Voy a creer olvidadas ciertas cosas. Voy a dejar de recordar el dolor del adiós e intentaré todo de nuevo.
Algún día se dará alguna bella coincidencia, perfecta.
Algún día.
Por lo menos es algo en lo que creo.
Porque en algo me es necesario creer.